1. La educación y la cultura son el desarrollo.
La
clave del desarrollo está en la educación a todo nivel, pero solo una educación
bien concebida elevará el nivel de cultura a manifestarse en cualquier
territorio en organización social y política, en democracia, en progreso técnico,
económico y social y en convivencia civilizada. Debido a que el gran potencial
de progreso está en el sector rural, se requiere una educación que reconozca
en profundidad el ecosistema ecuatorial en donde está Colombia, sus tecnologías
y la clase de bienes a producir en armonía con el ecosistema y con la economía
mundial. Que reconozca la globalización e integración de los países, las políticas
y tendencias mundiales y en este marco, las grandes exportaciones de bienes
rurales con alto valor agregado que podría hacer Colombia para su desarrollo
económico y social.
Cultura es entender la vida y defenderla. Es entender los
fenómenos biofísicos, económicos y sociales del entorno, la relación con
otros ecosistemas y con el planeta global, defendiendo la vida al cambiar los
errores. La educación da la comprensión holística del ecosistema, del
territorio y la sensibilidad para modificar lo que esté mal. Al promover la
participación ciudadana, la construcción de tejido social con auto formación,
se dará la acción positiva de la gente para cambiar su realidad. En cada región,
municipio o localidad surgirán valores, cambios de actitudes y acciones para el
bien común y el desarrollo del territorio, con visión clara del mismo y de sus
oportunidades.
Cada comunidad debe planear su futuro y sus proyectos prioritarios.
El proyecto público debe apoyarla con información estratégica y educación,
pero no sustituir a la comunidad en sus decisiones dañando la auto formación
de la Sociedad. Muchos proyectos fracasan por falta de cultura y motivación de
gentes que no han participado ni decidido. Con la cultura social se colocan en
funcionamiento fuerzas sociales enormes hoy desperdiciadas y se evitan costos
económicos, sociales y ambientales de todo tipo.
Por la importancia del papel de la educación para formar cultura
en las comunidades, la destacamos en primer lugar, para retomarla adelante
cuando se escriban las grandes oportunidades y proyectos rurales que pueden
sacar a Colombia de su pobreza y atraso.
2. El fracaso de la agricultura basada
en el modelo equivocado.
Por
carencia de educación no se conoce la importancia estratégica de la localización
del país en la franja ecuatorial, que requiere un sistema agrícola distinto al
importado de la zona templada de Europa y E.U, tampoco se cultivan bienes de
valor para el comercio mundial. No entender este gran error en el paradigma agrícola
ha llevado a la pobreza, al desorden territorial y al daño del desarrollo del
país.
Desde la conquista española se impuso el sistema de la zona templada que
viene dañando los paisajes con la degradación de los suelos y los recursos
naturales. El geógrafo Joaquín Molano, dice que los escritos coloniales
muestran selvas exuberantes con frutales, fauna y alimentos, en los hoy
desiertos de Villa de Leyva, Candelaria, La Tatacoa, El Alto Patía y otros.
Esas selvas fueron quemadas y taladas sin oportunidad de regenerarse, para
obtener la energía del reino, las cercas ganaderas y las maderas para las
construcciones españolas. Las selvas pasaron al sistema agrícola europeo para
producir cereales como el trigo colonial, la ganadería y otros cultivos.
Hoy
Villa de Leyva y La Candelaria son un enclave de agricultura mediterránea desértica
con algunos cítricos y olivos. La selva de La Tatacoa fue desmontada bajo el
criterio de La Compañía de Jesús, para montar la ganadería europea, tornando
la selva en desierto. En el Alto Patía, donde la degradación del suelo y la
pobreza es tal que la gente regala niños en la carretera o asalta buses para
sobrevivir, un convenio con Holanda para maíz terminó de deforestar y quitar
la cobertura vegetal. El Alto Patía se
volvió la primera región de maíz a nivel nacional, pero en pocos años el
sistema agrícola de zona templada convirtió la selva en un desierto.
A
mediados del siglo pasado la política agrícola y la educación universitaria,
impulsaron el sistema de la zona templada y la nueva revolución agroquímica
como paradigma. Los dueños de las mejores tierras copiaron la agricultura
norteamericana cultivando sus granos, cereales y otros productos, con tractores
y arado, suelos desnudos, quemas y uso de químicos. Se adicionaron millonarias
inversiones del Estado y privadas para la adecuación
de tierras y los distritos de riego, siguiendo el mismo patrón.
En
las mejores tierras se quitaron los bosques hasta eliminar cuanto árbol había
para sembrar con tractores y aplicar pesticidas con aviones. Las quemas de la
vegetación eran de uso corriente y también se quemaban las praderas. La
reforma agraria, el crédito de la Caja Agraria, el ICA, el DRI, los distritos
de riego, las universidades y las instituciones de entonces impulsaron este
modelo, consumiendo en él la mayor parte de las inversiones públicas. El
modelo condujo al monocultivo, sistema que en la zona templada es menos grave
por la poca vida del suelo, pero es un gran error en el medio ecuatorial de alta
diversidad. Las explosiones de plaga se presentaron. En pocos años se vio la
degradación de los suelos y el fracaso. El río Magdalena, a causa de los
residuos agroquímicos de sus tributarios, es un cadáver. Hoy los pescadores
sacan un 2% de la pesca que existía antes de la revolución agroquímica.
Se
fomentaron los cultivos de bienes tipo commodities (de volumen mundial, granos,
cereales, etc), que el planeta tiene en abundancia. Son cultivos de mínimo
precio y mínima utilidad por hectárea. Necesitan grandes áreas para ganancias
por volumen. Haber adoptado una agricultura con crecientes requerimientos en
agroquímicos, por la paulatina muerte del suelo y haber escogido cultivos de
bajo valor, condujeron al fracaso general. En cultivos permanentes más
apropiados como café, palma para aceite y otros, sus problemas de rentabilidad
no se deben al arado, se deben a que son monocultivos agroquímicos y a que
varios son commodities con decrecientes precios en el mundo. Nuestra Sociedad no
ha entendido que podemos cultivar bienes ecuatoriales con alto valor mundial,
con utilidad por hectárea muy superior a los commodities y sin necesidad de
abonos químicos y venenos. Pese a lo dicho, si los commodities se integran a la
diversidad de cultivos en sistemas ecológicos limpios, pueden contribuir a la
diversidad y a la seguridad alimentaria de las fincas o regiones.
3.
El sistema agrícola de producción que requiere el ecosistema ecuatorial.
Veamos los fenómenos ecuatoriales que
exigen un sistema agrícola distinto al de la zona templada:
- En el planeta, la posición ecuatorial
tiene la mayor fotosíntesis y radiación de sol, directo e intenso. Tiene
lluvias y vientos muy intensos. Ello explica la tendencia ecuatorial a cubrirse
con selvas y bosques para proteger el suelo del sol, de la lluvia y el viento.
Indica que el sistema productivo debe ser agroforestal, silvopastoril e
idealmente forestal, con industrias de la madera que nos sacarían del atraso,
sin necesidad de cortar el bosque natural. Casi toda la agricultura y la ganadería
deberían cubrirse con árboles, debería escribirse en el himno nacional.
- En cualquier partícula de un suelo
(cuya estructura no esté dañada) hay materia sólida y en su interior una
fracción gaseosa (oxígeno) y otra líquida (agua). En la latitud templada la
fracción líquida tiene la concentración de nutrientes disponibles para raíz.
Al contrario en el suelo ecuatorial los nutrientes están en la fracción sólida
y es la micro vida del suelo quién los lleva a las raíces. En la latitud
templada hay poca micro vida en contraste con la gran micro vida del suelo
ecuatorial. Estos hechos exigen que el sistema de producción ecuatorial tiene
que ser radicalmente distinto al de la zona templada. La clave del éxito de su
agricultura está en la micro vida del suelo que nutre a las plantas.
- En la zona templada, los suelos helados
por el invierno se dejan sin cobertura y son volteados para que el sol los
caliente y las semillas puedan germinar. Las nuevas plantas no tendrán
problemas para tomar los nutrientes de la fracción líquida. No dependen tanto
de la micro vida sino del acceso a dicha fracción. Hacer lo mismo en el suelo
ecuatorial es arruinarlo, pues al voltear el suelo con el arado la micro vida
aerobia baja y muere en la profundidad sin oxígeno, mientras la anaerobia sube
y muere en la superficie aireada. Los arados (incluso el cincel), los discos, el
rotovator, dañan las estructuras y los grumos diseñados por los micro
organismos. La mecanización inculta destruye el suelo, lo vuelve polvo, sus
partículas quedan sin fracción líquida ni gaseosa, el suelo se arruina. Por
último, el sol, que no es tan nocivo para el suelo de latitud templada, en el
ecuatorial liquida la gran concentración de micro vida de su superficie, al
estar desnudo debido al uso del mismo patrón agrícola europeo o
norteamericano.
- Entonces, la intensa radiación del sol
es la gran enemiga del suelo ecuatorial sin la protección de cobertura y árboles.
El sol irradia y arruina la fertilidad. Daña a otros pequeños animales y a las
lombrices esenciales para el suelo. El sol seca en poco tiempo el suelo
evaporando su humedad. Aunque haya llovido, en poco tiempo la tierra queda sin
agua. El sol contribuye a la formación de costras del suelo en su superficie
que impiden guardar la lluvia y surgir las semillas.
- En los primeros centímetros del suelo
ecuatorial hay gran concentración de micro organismos y de materia orgánica.
La materia orgánica es el alimento de los micro organismos y posteriormente el
alimento para las plantas, una vez ellos la descomponen en nutrientes
elementales que entregan a las raíces. Así funciona la fertilidad del
ecosistema. Pero si el suelo está desnudo sin la protección de la cobertura de
hojarasca, la lluvia lo erosiona y se lleva tanto a los micro organismos como a
la materia orgánica, quedando el suelo sin vida ni fertilidad. En el mismo
suelo sin protección, el golpe de lluvia lo compacta y lo deja sin oxígeno.
Por esta razón la raíz se queda pequeña en la superficie sin bajar ni
explorar el suelo por su dureza y por la falta de oxígeno, aspecto que es
esencial para que la raíz funcione. Entonces la planta se desnutre quedando
atractiva para plagas y enfermedades. La lluvia no se almacena, corre horizontal
y erosiona el terreno, se pierde la humedad que en caso contrario tendría la
tierra para atender a las plantas en los meses sin lluvias. Otra parte de la
compactación del suelo se deben al tránsito de tractores sobre suelos mojados
(o de ganado), innecesarios en una agricultura ecuatorial educada, que además
estaría mejor orientada con cultivos permanentes sin labranza.
- Ante la sequía del suelo compactado y
el deficiente estado de la planta, se recurre al riego, pero entonces el suelo
se encharca debido a que el agua no puede infiltrarse. Se agrava la falta de oxígeno
del suelo y la raíz huye a la superficie en vez de profundizarlo. Muchos creen
que el trabajo mecánico de los cinceles arregla la compactación. Pero el suelo
vuelve a compactarse porque le faltan las substancias excretadas por la micro
vida del suelo, que son las únicas que lo agregan, lo mullen y le dan
estructura física y biológica. En suelos compactados, los abonos verdes y
ciertas malezas con sus potentes raíces rompen las capas duras de la tierra
formando canales que airean y humedecen el suelo e impiden que vuelva a
endurecerse. Esas raíces son la mejor mecanización agrícola, los mejores
cinceles para ablandar la tierra dura, estructurarla, mullirla y regresarla a la
biología.
- Cuando no hay coberturas ni árboles
corta vientos, el viento es un gran enemigo de los cultivos y de las praderas,
pues se lleva la humedad ambiental que rodea a las plantas. Entonces ellas
transpiran secando el suelo al extraerle agua en reemplazo del agua perdida. Las
sequías también se deben al viento. El viento ecuatorial, como la lluvia
erosiona los suelos sin cobertura.
- Los vegetales forman el 90% de sus
cuerpos (biomasa), con átomos de la atmósfera y fotosíntesis del sol. Del
suelo toman el 10% restante. La fotosíntesis ecuatorial es la máxima del
planeta. Explica la exuberancia de la vegetación y de las selvas construidas
con atmósfera y sol. Por fotosíntesis el árbol ecuatorial crece 7 veces más
rápido que uno de latitud templada, señalando la vocación ideal del
ecosistema. La clave del ecosistema es la abundancia de fotosíntesis o sea
crear rápida y exuberante vegetación con atmósfera y sol. La fotosíntesis es
la clave para la riqueza de Colombia.
- La finca que cultiva muy pocas plantas
debido a que sus cultivos permanecen con la mayor parte de la tierra desnuda,
pierde la fotosíntesis. Pero la finca ecológica con grandes cantidades de
plantas por los abonos verdes, por sembrar sus cultivos rodeados de malezas, por
ocupar todo el terreno disponible con diversidad de plantas y árboles, produce
cien veces más biomasa! Esa gran cantidad de biomasa es cortada cubriendo el
suelo con hojarasca que es la protección contra el sol y la lluvia y la fuente
principal de materia orgánica, o sea el alimento del suelo, de las lombrices,
de pequeños animales y de los micro organismos. Estos últimos terminan de
desintegrar la hojarasca volviéndola nutrientes elementales y asimilables para
la nutrición de las plantas. Esa es la fertilidad del ecosistema ecuatorial.
- La agricultura inculta no produce
casi biomasa y la poca que produce es quemada con candela matando la micro vida
del suelo por el calor, o bien sus residuos de cultivos se dan al ganado
(alimento casi sin calidad). Por los motivos anteriores, la finca pierde la
escasa biomasa producida. Entonces la vida del suelo queda sin comida y así
mismo sin comida las plantas que desnutridas en esa agricultura inculta,
dependen cada vez más de abonos químicos, que no les aportan muchos de los
nutrientes que las plantas necesitan para su sano metabolismo (no las satisfacen
biológicamente - ni a sus frutos).
- Las malezas no compiten con el cultivo
por nutrientes ni por agua. Al contrario, su fotosíntesis y biomasa es el gran
abono del cultivo, su follaje protege el agua del sol, su raíz rompe y afloja
el suelo, lo mulle, lo oxigena y permite que las aguas lluvias se almacenen para
las épocas secas, sin que el sol pueda evaporarlas. Las malezas sí compiten
por sol, pero en ese momento se cortan para cubrirlo con hojarasca. Las malezas
son el alimento natural de los insectos que satisfechos no atacan a los
cultivos.
- Además de nitrógeno, fósforo y
potasio, N-P-K, las plantas necesitan 45 nutrientes más para su salud y
productividad (boro, cobre, molibdeno, etc). Si la raíz no encuentra boro, no
explora el suelo. No consigue los otros nutrientes y sufre desnutrición. La
diversidad de nutrientes requeridos vienen en la hojarasca y en minerales
reciclados por los abonos verdes y las malezas, desde las profundidades del
suelo. En la agricultura orgánica se colocan sobre el suelo (o en el compost),
polvos y triturados de roca fosfórica, de mármol, y de variadas piedras, con
el objeto de que los micro organismos tomen sus diversos minerales y los
entreguen a las plantas, pero es crucial que el suelo esté vivo.
- La úrea y los abonos de síntesis
industrial, los insecticidas, fungicidas, etc, tienen moléculas de enorme poder
destructivo que matan la vida del suelo, privando a las plantas de los 45
nutrientes comentados. Perecen muchas especies de micro organismos, de bacterias
fijadoras de nitrógeno del aire sin costo (78% de la atmósfera es nitrógeno)
y de hongos micorrizas que cuando vivos y asociados a las plantas, amplían
hasta en 200 veces la capacidad de absorción de nutrientes de la raíz. La
micro vida satisface a las plantas. Por ello a los suelos muertos, la
agricultura orgánica (con técnicas de costo mínimo), les riega caldos de
microbios conseguidos de los suelos vivos. Los
microbios son inevitables amigos de la vida, de la prosperidad, sin ellos sería
imposible la vida en La Tierra. La medicina química creó la visión de los
microbios como patógenos, ocultando la maravilla de la vida. Finalmente, ayudan
a la muerte del suelo, el sol, la lluvia, la erosión, la quema de la vegetación
y la pérdida de la materia orgánica. Por otra parte, el cultivo hidropónico
es lo más opuesto a la agricultura natural al negar el suelo y su vida.
Simplemente disuelve en el agua concentraciones de sales químicas para forzar a
la raíz a tomarlas. Los alimentos así producidos, solo pueden dañar la salud
de quienes los consumen.
- El suelo ecuatorial necesita
diversidad de plantas sobre su superficie y en consecuencia diversidad de micro
vida en torno a las raíces. Micro organismos predadores, como los protozoarios
controlan el sano equilibrio de las otras poblaciones sin que ninguna aumente
hasta volverse plaga. La diversidad de plantas y micro vida del suelo produce el
sano ciclaje de todos los nutrientes de la tierra, dando acceso a la diversidad
de elementos nutritivos para las plantas. Cada especie de planta coloniza un
sector del suelo especializándose en extraer nutrientes particulares. Estos son
conducidos a la parte aérea de la planta y regresan al suelo al caer sus hojas
o biomasa. Así se logra el ciclaje de los variados nutrientes de las
profundidades del suelo hasta quedar en su superficie, dando acceso a todas las
plantas a una alimentación variada y equilibrada, que satisface sus necesidades
fisiológicas, su salud, sus frutos biológicos y su productividad. Ciertas
malezas y los árboles reciclan los nutrientes más profundos.
- Al sembrar una sola especie en
monocultivo, es inevitable la explosión de nacimientos de organismos que
animados por dicha especie se reproducen sin control volviéndose plaga,
fallando los predadores para su control. Entonces aparecen plagas que atacan la
raíz, hongos que saltan a las hojas, insectos convertidos en plaga y el gasto
constante de venenos químicos. Por otra parte, es inevitable que la única
especie sembrada tenga muy pocos nutrientes (los del sector de su raíz), pues
le faltan los del ciclaje de las demás plantas diversas que el monocultivo
excluye. Entonces el monocultivo resulta desnutrido, sin calidad biológica y
por esa razón queda susceptible a las enfermedades y a los ataques de los
organismos micro y macro de la vida que surgen para destruir el error del
monocultivo.
- En consecuencia, el agricultor
debe alejar su finca todo lo posible del monocultivo. Lo logra con abonos verdes
en mezclas (muchas plantas), con el cultivo entre las malezas, con la presencia
de árboles, con rotación de cultivos de distinta familia, con franjas
intercaladas entre ellos, combinando semillas de variedad distinta del mismo
cultivo, logrando cada especie doblar la cantidad de suelo explorado al explorar
también el de su vecina sin interferirse. En ganadería, con el potrero
arborizado con diversidad de árboles refrescando los pastos y el ganado (de
follaje liviano para que la fotosíntesis se de en los pastos). Debajo de los árboles,
en el forraje, con mezclas de gramíneas con leguminosas y con malezas de alta
calidad nutritiva que también entregan diversidad de nutrientes al ganado.
También es apropiado mejorar la diversidad de la vida del suelo, pasando, después
de cierto tiempo los terrenos agrícolas a praderas para ganadería y las
praderas a terrenos agrícolas.
-
Queda claro que cubrir siempre el suelo, alejarse del monocultivo con la mayor
diversidad posible, no usar agroquímicos y conseguir grandes cantidades de
biomasa por fotosíntesis, son asuntos vitales para la fertilidad del sistema
ecuatorial. Las abundante cantidad de biomasa será la protección del suelo y
su materia orgánica en donde vienen muchos nutrientes, siendo entonces el
alimento de los microbios, de otra vida del suelo y finalmente de los cultivos.
Es la clave de la fertilidad del ecosistema.
- Un gran obstáculo de la agricultura ecológica es
que hay plantas adictas a los agroquímicos porque al morir la vida del suelo
perdieron información genética en el DNA para su nutrición natural. Por ello
es clave buscar semillas de plantas orgánicas, o empezar a limpiar la adicción
con el cultivo rutinario de semillas de las mejores plantas, sin volver a
comprar semillas adictas. En la ganadería aprovechar las razas criollas que son
adecuadas y están adaptadas al ecosistema, en muchas ocasiones mejores que las
importadas, con impacto de las criollas en la rentabilidad de las fincas y
recuperar especies de plantas nativas al borde de la extinción que son de gran
calidad nutritiva para el ganado, pero que los vendedores de herbicidas hacen
pasar por malezas, convirtiendo a los pastos en monocultivos de plagas y
privando al ganado de nutrientes variados que les darían tales plantas para su
buena nutrición, salud, reproducción y productividad. Asegure siempre agua
suficiente al ganado, aún de noche y divida los bebederos con barras para
evitar que el ganado dominante impida al sumiso beber.
- En la naturaleza y en el ecosistema ecuatorial
ninguna planta es maleza y ningún insecto o micro organismo es plaga. Si la
agricultura es correcta y las plantas tienen nutrición a su gusto con el
trabajo de la micro vida del suelo, ninguna plaga aparece. Al contrario los
micro organismos e insectos, que en la agricultura errónea son plaga, en la
correcta son benéficos que mejoran
la productividad de las plantas. Solo el error agrícola produce plagas que
tratan de destruir los errores del hombre. Las malezas avisan con su presencia
que el suelo sufre compactación, o sufre deficiencias o excesos de elementos
que ellas solucionan para que el suelo vuelva a la salud. Los insectos o micro
organismos avisan que las plantas y sus frutos o alimentos tienen baja calidad
biológica, por similares deficiencias nutritivas. Aparecen para destruir
plantas de mala calidad biológica, con el fin de preservar la salud del
ecosistema evitando su degeneración, y así cuidar la buena alimentación y
salud del hombre. Este es un principio fundamental de biología y ecología que
todo niño del medio ecuatorial debiera conocer. La clave de la agricultura está
en la nutrición biológica de las plantas, si se cumple, desaparecen plagas y
enfermedades. Simplemente no hay. En la naturaleza no hay plagas, ni en la
agricultura natural.
- El árbol es el eje
de la tecnología ecuatorial. Casi toda la agricultura y ganadería deberían
cubrirse con árboles, pues: 1) son la sombrilla que dan la humedad y el
ambiente fresco en las regiones, 2) como corta vientos evitan que se sequen los
pastos, los cultivos y el suelo, 3) evitan que el sol caliente tanto los pastos
y ciertos frutales por 4 horas al medio día, parando su fotosíntesis y
crecimiento de biomasa, cayendo la productividad de los pastos y frutales al
50%, 4) su sombra refresca al ganado elevando la productividad del hato, 5) sus
largas raíces toman agua y nutrientes que otras plantas no consiguen, los
reciclan al suelo como hojas, 6) su altura multiestrato da la mayor biomasa en
el ecosistema, 7) son el hogar de aves e insectos útiles para el control de
plagas, 8) muchos tiene hojas más nutritivas para el ganado que los pastos, 9)
los leguminosos fijan nitrógeno gratuito del aire, 10) son belleza del paisaje,
hogar de la fauna y biodiversidad para fines medicinales, turismo y otros, 11)
dan servicios ambientales estratégicos como la regulación de las lluvias, la
temperatura ambiental fresca y regulada, fuente de acuíferos, quebradas y ríos
regulados que en el verano no se secan y no se salen de madre en el invierno con
desastres para carreteras y poblaciones, 12) darían industrias de enorme
riqueza en bienes de la madera de exportación, como formas arquitectónicas,
muebles, infraestructura urbana, barcos, etc. Pero ante todo, sin árboles el
suelo ecuatorial es insostenible.
- Un
Sistema es un conjunto integrado por elementos que se influyen coherentemente. La
agricultura ecológica es sistémica (holística), ve la totalidad y las
relaciones de las partes. Cada sistema tiene sinergia. Significa que su
resultado global es superior a la suma de sus elementos desconectados. Un carro
es un sistema. Su resultado es mayor a la suma de sus piezas desconectadas. Dañar
un solo elemento puede arruinar todo el sistema. Igual que dañar una pieza del
carro. Los sistemas referidos a la vida son ecosistemas. Están integrados por
organismos vivos que interactúan entre ellos (biota) y con su ambiente físico
(clima, rocas, minerales). Una relación clave es la alimentación de la biota
(cadena trófica), clasificada así: 1)
productores primarios como las plantas que generan biomasa o las bacterias que
toman nitrógeno, 2) productores secundarios, animales e insectos que se
alimentan de plantas, 3) los consumidores que son predadores animales, insectos
o microbios protozoarios, que se comen entre sí y a los anteriores. Controlan
el equilibrio de las poblaciones, sin que existan plagas. Si una planta envejece
o pierde vitalidad la eliminan para ciclar sus nutrientes y entregarlos a la
nueva vida del ecosistema, 4) los desintegradores de la materia orgánica (micro
organismos y otros pequeños animales). La
cadena recicla los nutrientes: Biota del suelo + Materia Orgánica y Minerales
-> raíces/plantas ->Sol + Nitrógeno del aire -> Biomasa -> Retorno
al suelo. Lo explicado suscita gran interés, entusiasmo e investigación en el
agricultor ecológico educado del medio ecuatorial.
- Al contrario, la agricultura
agroquímica es factorial y simple. No ve el sistema sino factores aislados.
Pretende alimentar a las plantas con su abono y curar los problemas que vengan
con tóxicos, sin ver que arruinan el sistema. La mayoría de la biota se
considera plaga a liquidar. No le importa o no comprende lo que ocurra con el
sistema. Esta agricultura simple y factorial (siempre el mismo paquete tecnológico)
solo puede aburrir a los jóvenes que quieren ir a las ciudades. Pero con la
agricultura ecológica se despliega ante ellos un mundo fascinante de sistemas,
de biología, de interacciones y entretención productiva, de nuevas
investigaciones de usos de las plantas y de la biota, que les podrá llevar a
micro empresas y agro industrias. El nuevo universo del conocimiento de la
naturaleza, de la biología, de la agricultura ecológica con sus interesantes y
eficaces tecnologías, les da auto confianza, auto estima y oportunidades que no
encontrarán en la ciudad. Con educación de calidad en el sistema ecuatorial,
los jóvenes campesinos se convertirán en los empresarios del desarrollo rural
de Colombia.
- En resumen hay que
cambiar el paradigma equivocado de costumbre a las commodities y de los suelos
desnudos al sol, a los vientos y a las lluvias, de agroquímicos y la
dependencia de una agricultura industrial costosa, ante la muerte de la vida, de
deforestación y odio al árbol, de quemar la vegetación, del arado degradante,
de riegos incultos con excesos de agua que suben sales de cloruros y sodio a la
superficie dañándolo el suelo para siempre. Las cifras de degradación de
tierras y ríos del país son aterradoras. Con el paradigma equivocado se vienen
creando los desiertos futuros en donde hoy se instala la agricultura
nacional.
4. Qué es seguridad alimentaria?
Unos creen que la
seguridad alimentaria se consigue importando alimentos. Valoran la
competitividad y el comercio mundial, creen que las importaciones serán
eficientes y seguras, especialmente de cereales y que el país siempre tendrá
divisas para traerlos. Esta visión tiene la debilidad de suponer certeza en donde hay incertidumbre, no solo de
divisas, sino por los sorpresivos cambios en el clima del planeta y su efecto en
la agricultura mundial y por los nuevos conflictos mundiales. La idea anterior
también crea una cortina mental que oculta lo siguiente:
- Que en Colombia tienen inseguridad alimentaria 20
millones de personas (la mitad desnutridos), pues debido su pobreza no adquieren
todo el alimento necesario, con graves implicaciones para su salud. Entonces la
seguridad alimentaria depende de los ingresos y de la capacidad de compra del
pueblo. Es crucialmente un asunto de acceso efectivo a los alimentos, no de
comercio mundial y de divisas.
-
Oculta que con la colonización española se impuso un cambio nocivo en las
costumbres alimenticias de los habitantes del medio ecuatorial. Se impusieron
dietas de cereales y otros alimentos que no se conocían, procedentes de las
latitudes del norte y subtropicales, perdiéndose la cultura de alimentación
con tubérculos, granos, verduras, frutas y fauna nativa, que por su gran
diversidad y ser del medio, ofrecían mayores niveles de salud, exigían menor
cantidad relativa de consumo y eran producidos en armonía con el ecosistema.
Muchos de los alimentos nativos y de fauna se extinguieron o están a su borde;
ellos podrían alimentar grandes masas de población debido a su mayor poder
biológico.
- Oculta el establecimiento de un patrón alimentario
para todos los países, culturalmente inducido a través del cultivo y consumo
de productos de latitud templada de los llamados “cinturones trigueros” de
los Estados Unidos, Europa Oriental, Argentina y parte de Australia, con
favorables condiciones de su agro ecosistema para producirlos. Este patrón
obligó a la importación de cereales a países tropicales con pequeño poder de
negociación, dada su desventaja para producirlos. Los países tropicales dieron
la espalda a la verdadera vocación agroalimentaria de sus ecosistemas y de su
potencial exportador.
- No deja surgir una pregunta clave en
seguridad alimentaria: qué es un alimento? Qué substancias esenciales debe
tener y cuáles residuos no, para garantizar la salud del consumidor? Con la
revolución agroquímica, los alimentos tanto internos como importados puede que
llenen el estómago, pero si vienen de suelos sin micro organismos, no son
naturales al carecer de elementos esenciales para la salud humana que solo la
vida del suelo da a las plantas y a sus frutos. Similar a las plantas, la salud
del hombre depende crucialmente de la diversidad de la dieta para lograr
diversidad de nutrientes y especialmente que los alimentos vengan con todas sus
vitaminas naturales, aminoácidos, etc, que solo se garantizan en su totalidad y
calidad si en el proceso han intervenido los micro organismos para fabricar esas
substancias esenciales que entregan a las raíces de las plantas. Los alimentos
producidos con agro químicos parecen alimentos, pero son deficientes para la
salud humana y animal.
- Oculta que gran parte de las tierras de vocación
agrícola están destinadas a pastos o granos para los animales, pero un animal
pierde por disipación la mayor parte de la energía de su alimento. Entonces
destinar las tierras agrícolas a los animales produce escasez de alimento a
grandes masas de población humana, mientras el exceso de proteína de la carne
es consumido por una población menor. Las mejores tierras agrícolas, entre
ellas Sabanas de Córdoba y del Cesar son de ganadería extensiva debidamente
custodiadas, mientras miles de colonos desplazados con violencia pasaron a
cultivar coca y amapola en suelos pobres de expansión de la frontera agrícola
en el sur del país. Se concluye que no es la falta de tierra sino su mala
utilización, el factor determinante de la expansión de la frontera agrícola
hacia ecosistemas frágiles.
- Oculta la nocividad de los químicos de
síntesis industrial para la salud, no solo en operarios que los manipulan, sino
para el consumidor de alimentos con sus residuos, o en la leche por nitrógeno
químico en el pasto, o elementos nocivos en los alimentos balanceados, o en
otros animales por similares motivos o por medicamentos y hormonas nocivos.
- Oculta que la importación de cereales y
alimentos manipulados genéticamente, ofrece graves interrogantes para la salud
de las generaciones futuras. Que si la agricultura interna siembra tales plantas
transgénicas puede acabar con la biodiversidad del ecosistema, construida en
forma natural en el transcurso de millones de años de evolución natural de las
especies.
La
seguridad alimentaria y los transgénicos.
La evolución natural
con pequeños experimentos de prueba de éxito y error ha probado cambios genéticos
de las especies por millones de años. Cada cambio fue un pequeño ensayo de
cada especie para su supervivencia o muerte y la larga secuencia de éxitos se
manifiesta en la diversidad de especies en armonía en el correspondiente
ecosistema. Pero ahora con el desarrollo de tecnologías relativamente fáciles
de manipulación genética, las compañías transgénicas producen cambios
inmediatos y dramáticos en las especies y las liberan en millones de hectáreas.
Defienden los transgénicos argumentando que la ciencia ahorra el enorme tiempo
de la evolución natural.
En realidad no se trata
de ciencia sino de tecnologías motivadas en intereses de lucro. La ciencia
pregunta e investiga la naturaleza profunda de las cosas. Pero la tecnología es
un paso distinto y posterior, que simplemente aplica técnicas halladas por el
camino científico o no científico, para derivar productos o procesos con los
que generalmente se esperan ganancias y retornos satisfactorios de la inversión.
Impulsados por el mercado y motivados por el lucro, los dueños y los tecnólogos
se desinteresan en ese momento de la investigación profunda de las cosas, y
peor de la consecuencia de la tecnología sobre el futuro de otros. Entonces
terminan apartados de la ciencia. Además en este siglo no se da la ciencia
pura. La ciencia ha dejado de ser neutra. Lo que existe es una mezcla de ciencia
y tecnología, tecnociencia que no es neutra, que investiga la naturaleza de las
cosas interesada en aplicaciones tecnológicas ulteriores que retornen utilidad
al capital invertido.
En sus laboratorios no
dan la prueba del tiempo, en equivalencia a los millones de años de pruebas
exitosas de la evolución natural, de que la planta, animal o alimento transgénico
vendido a escala, luego de introducirle un gen de especies que no se cruzarían
sexualmente (plantas con genes de bacterias, o de peces, o de insectos, o de
humanos), no será un cambio irresponsable que años más tarde dañe la salud o
la biodiversidad de los ecosistemas, con efectos que serán difíciles o
imposibles de curar. ¿Cuál es la prueba de la bondad de esa tecnología para
el futuro? ¿Cuál la prueba que al menos sugiera, que quieren el bienestar
humano y no el exclusivo interés de negocios monopólicos de semillas, animales
y alimentos de las compañías involucradas?
Las compañías transgénicas,
con origen en las mismas multinacionales agroquímicas que labraron el fracaso
de la agricultura mundial, argumentan que ahora sus transgénicos serán los
salvadores del hambre mundial. Pero el hambre mundial no se debe a falta de
capacidad de La Tierra para producir alimentos, sino a inequidades y errores en
las estructuras sociales de los países, que generan muchedumbres hambrientas
sin ingresos para comprar alimentos ni acceso a tierras para auto alimentarse.
En E.U, Europa y otros países se paga a los agricultores para que no siembren más,
a fin de evitar nuevas cosechas que deprimirían los precios ya decrecientes de
los productos almacenados sin mercado. Muchas veces destruyen los alimentos por
falta de almacenamiento y carencia de compradores. La constante declinación de
los precios mundiales de las commodities enseña que el problema del hambre
mundial no es la falta de la capacidad del mundo para producir los alimentos.
Es cierto que al hacer
agricultura sin la vida del suelo, el mundo cayó en el error de hacer una
agricultura industrializada con insumos del petróleo, de enormes costos
ambientales al degradar suelos, ríos, bosques y fauna. Sin duda tales errores
han afectado la capacidad de La Tierra para producir mayor abundancia de comida.
Pero en los últimos 25 años el mundo ha dado grandes saltos hacia una
agricultura más ecológica: en Sur América, E.U, Europa, y otros continentes
viene dándose una revolución agrícola con el uso de abonos verdes, rotación
de cultivos, reducido uso de químicos y labranza cero, o sea sembrar
directamente sobre cobertura del suelo con hojarasca, sin arar. Ante las grandes
caídas de costos, las mayores cosechas y la recuperación de la vida del suelo,
de su humedad y materia orgánica, el 70% de la agricultura comercial de granos
de Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay, abandonaron la agricultura
convencional para adoptar el nuevo sistema. Similares experiencias en Colombia
vienen dado iguales beneficios a los agricultores de avanzada.
Con mayor avance, la
agricultura natural ecológica viene subiendo sus cosechas: en Espíritu Santo,
Brasil miles de agricultores pequeños, medianos y grandes siembran sus cultivos
entre las malezas. Trabajan ahora con el 30% de costos, pero sus cosechas biológicas
aumentan hasta un 100%, en comparación con la agricultura convencional. Hay
cultivos de 600 hectáreas de naranja y limón, 240 de piña y similares, no son
áreas pequeñas. Parecidos beneficios tienen 200 agricultores de Silvania,
Cundinamarca, con sus cultivos rodeados de malezas, el municipio prevé que
subirán a 1.000 debido al éxito del sistema. En Ecuador recientemente se
incorporaron 25.000 hectáreas de banano orgánico de buena productividad para
exportación. No son ejemplos minúsculos. Esta nueva agricultura no es para
agricultores pobres, es para agricultores ricos.
Entonces la agricultura
ecológica es la clara alternativa que aumenta las cosechas, que reduce costos y
precios de los alimentos, que asegura abundancia y seguridad alimentaria para
todos en el planeta. Que ofrece alimentos biológicos de mayor poder nutritivo
con los cuales el mundo necesitaría menos alimentos. Es exitosa, distinta a la
enseñada en la universidad convencional. Es la agricultura del futuro
cancelando la agricultura del presente y no es otra cosa que la agricultura del
pasado mejorada. Es un camino seguro, que enfatiza que no vale la pena tomar los
riesgos de la agricultura transgénica.
La agricultura ecológica
se basa en inteligencia. En un agricultor educado que no necesita casi insumos
externos pues usa los recursos de la finca: biomasa, lombrices, caldos
nutritivos sencillos, triturados de piedras, semillas de la finca y estiércol.
Con ellos y unas pocas canecas fabrica los preparados que necesita sin comprar
casi nada a nadie. En consecuencia requiere muy poco crédito bancario. Este método
no interesa a las compañías comerciales o bancarias, porque no habría qué
venderle al agricultor. Es lógico que se opongan y desacrediten la agricultura
ecológica, aprovechando los graves errores y fracasos de la falsa agricultura
orgánica que difundida sin educación desanima a sus víctimas y frena la política
agrícola derivada de tecnócratas que no saben que existe una agricultura ecológica
educada, exitosa, con capacidad de cambiar de inmediato la pobreza del
agricultor en riqueza.
Entonces se necesita un
concepto de seguridad alimentaria que responda satisfactoriamente a lo
siguiente: 1) que no se base en incertidumbres de importaciones, que además
solo satisfacen a gente con altos ingresos, 2) que contribuya a resolver el
hambre de 20 millones de personas de bajos ingresos, mediante su acceso efectivo
a los alimentos 3) que estimule recuperar la cultura alimenticia acorde al
ecosistema ecuatorial y evite la extinción de los alimentos nativos, 4) que
asegure que el país consumirá alimentos biológicos saludables.
5. Visión general del desarrollo rural y de
Colombia.
En la economía global mundial del siglo
21, Colombia, rica en sol, fotosíntesis, agua, biodiversidad y paisajes, puede
aprovechar grandes ventajas y oportunidades de su localización ecuatorial.
Entonces se posibilitarían la riqueza económica y social, el empleo, la
convivencia social, la seguridad alimentaria y ambiental que han sido extrañas
al país. Esto se lograría con el pilar de una educación de calidad a las
comunidades rurales, a los agricultores, a los inversionistas rurales, a los
colegios y universidades y en general a toda la Sociedad, incluidos sus
dirigentes. La educación cambiaría los paradigmas y renovaría el tejido
social y la organización política e institucional a todo nivel, para emprender
los proyectos claves del país: 1) Génesis de tejido social educado para
autogestión del desarrollo rural de los territorios. 2) Reconversión general
del sector agropecuario hacia la agricultura ecológica ecuatorial. 3) Fomento
de exportaciones de alimentos orgánicos, incluidas agroindustrias. 4) Ejecución
de una reforma agraria educada para millones de familias con hambre en las
ciudades. 5) Fomento forestal y de industrias de la madera de bienes terminados
de exportación de alto valor. 6) Fomento del turismo internacional,
principalmente ecoturismo. 7) Fomento de la exportación de otros bienes
ecuatoriales.
Sustentado en lo anterior, se logrará el
ordenamiento territorial de Colombia.
Las oportunidades están conectadas a
exportaciones factibles del sector rural. Con la crisis de la economía
colombiana hoy no hay demanda interna para dar el empleo requerido. Las
industrias no agropecuarias de las ciudades no generan empleo suficiente y
muchas no son competitivas en el mercado mundial. La construcción de vivienda
en las ciudades no consigue demanda, por falta de empleo e ingresos de la gente
para pagar las viviendas, la alimentación y demás bienes familiares. Es el
mundo desarrollado quién puede comprar a Colombia. Necesitamos exportar bienes
que den alto empleo y sean altamente competitivos. Ellos están en el sector
rural, pero hay que cambiar de paradigma. Tenemos que privilegiar exportaciones
desde regiones cercanas a los puertos oceánicos y al Magdalena navegable. Con
ellas tendríamos ingresos internos suficientes para adquirir los mismos bienes
exportados y otros de las actividades urbanas, dando solución a la parálisis
de la economía.
6. Las oportunidades del sector rural, sustentadas en la educación
pertinente.
6.1 Fomento, apoyo y génesis del tejido social para autogestión del
desarrollo rural del territorio.
El alto gobierno mediante el
Ministerio de La Cultura o en su defecto las Gobernaciones o entidades privadas
interesadas en el desarrollo, podrían diseñar un programa nacional,
territorial o local para el fomento, apoyo y génesis de tejido social educado
en cada municipio. El objetivo mayor sería que las comunidades, instituciones y
actores claves de un territorio, con procesos auto formativos y de auto gestión,
tomen en sus manos el diagnóstico participativo del territorio, la planeación
de su desarrollo, la definición de las prioridades, políticas y estrategias,
la definición de los proyectos que respondan a lo anterior y la gestión para
la financiación, ejecución y control social de los mismos.
Se contratarían entidades facilitadoras
escogiéndolas entre las especializadas en desarrollo rural y en educación
social. Ellas harían el fomento y facilitación de la construcción de tejido
social educado en cada municipio o en asociaciones de ellos. Sería útil un
paso previo de unificación del conocimiento o estado del arte en desarrollo
rural y de los métodos pedagógicos sociales. Se ganaría sinergia y un
directorio de las personas y entidades especializadas que merezcan ser
contratadas como facilitadoras.
Cada entidad facilitadora aprovecharía
inicialmente los intereses aglutinantes de las comunidades para inducir la
construcción de tejido social, pero el objetivo superior sería llegar a reunir
a los actores claves del territorio en talleres democráticos y participativos
de pensamiento y diálogo del diagnóstico general del territorio, de sus
problemas y oportunidades, de planeación de su desarrollo rural, del diseño y
prioridad de los proyectos pertinentes y de la visión y métodos de gestión,
financiación y contratación de estos, con vigilancia ciudadana para su
evaluación y el control social de las obras y las acciones.
Como complemento, en los talleres se
fomentaría el diálogo para la cohesión social, el desarrollo de la
convivencia y el freno a la delincuencia y la guerra. Sería de utilidad
promover pensamiento sobre los valores trascendentes de la vida, de lo que se
entiende por espiritualidad, amor, solidaridad, distinguir los efectos nocivos
del consumismo tomando conciencia de los bienes que no son necesidades básicas
del hombre, sino que promovidos por la publicidad deterioran las costumbres
culturales, los ingresos familiares, el ambiente, malgastan los recursos y están
en contra de la sostenibilidad del planeta. Dar nociones de economía familiar,
de salud, de dieta y alimentación biológica correcta. Asuntos que también
deben promoverse en la educación de niños, padres y maestros en las escuelas y
colegios.
Además del fomento de los talleres
descritos, la entidad tendría el papel clave de proveer información estratégica
para el desarrollo rural, según el ecosistema particular del municipio, sus
condiciones de infraestructura y sus oportunidades en todos los sectores de las
actividades rurales. Internet sería una herramienta importante. Si fuere
necesario, la entidad proveería o facilitaría proveer a ciertos actores,
cursos en administración, gerencia y control, contabilidad, informática,
mercadeo, cursos tecnológicos.
En resumen, el papel de la entidad sería:
1) fomentar el tejido social educado para la autogestión del desarrollo del
territorio, facilitando la resolución de conflictos, 2) Proveer información
estratégica del desarrollo rural, 3) facilitar cursos de fortalecimiento de la
capacidad de autogestión de los actores y comunidades. La entidad se mantendrá
en esos tres papeles, evitando sustituir a las comunidades en sus decisiones
para el desarrollo. Solo el proceso de decisiones autónomas del tejido social
educado, permiten su propia auto responsabilidad para el futuro, su auto formación
educada, la construcción de sus valores y en síntesis su auto desarrollo
comunitario basado en la participación ciudadana.
Hacer lo anterior, llevaría a desatar
fuerzas enormes de la comunidades en todo el país para el desarrollo rural y la
convivencia. Muchas veces hay grandes riquezas y recursos ociosos en medio de
grandes pobrezas. La educación pone fin a este desperdicio de la Sociedad.
6.2
Reconvertir el sector agropecuario hacia la agricultura ecológica ecuatorial.
Hoy en Colombia existe el
conocimiento necesario y suficiente con el que cualquier productor educado puede
reconvertir su finca al sistema agro ecológico ecuatorial. Pero dicho
conocimiento está disperso en pocas entidades (para las necesarias), en
talentos científicos, profesionales, indígenas y campesinos, que lo han
probado por años con éxito y educando en él. Sin embargo, su trabajo no es
conocido por la comunidad rural nacional. Se requiere entonces rescatar el
conocimiento y llevarlo a los productores con una campaña educativa en agro
ecología y su tecnología eficaz y económica.
El paso previo para recoger y
sistematizar el conocimiento, se haría con talleres y redes de diálogo para
compartir saberes, criterios, experiencias y métodos pedagógicos. Se ganaría
sinergia, avance del conocimiento y serviría de freno a las falsas agriculturas
orgánicas, tan comunes, que con sus gallinazas antibiológicas (por alimentos
erróneos de las aves, o por antibióticos), o con caldos y abonos con graves
errores biológicos, o por tener suelos desnudos y por otros graves errores,
cimentados en la falta de educación, desacreditan la verdadera agricultura ecológica
sin dejarla surgir. Del proceso surgiría un directorio calificado de educadores
y de materiales educativos. El proceso no debería tomar más de medio año y
estaría a cargo de una entidad que lo dirija, con los recursos del caso. El
siguiente paso sería educar a pequeños grupos de los mejores agricultores en
cada municipio, hasta formar una red nacional de vitrinas de resultados y
educación agrícola por los mismos campesinos a otros.
Después de difundir el directorio de
educadores, los municipios y las entidades regionales sabrían a quién pedir
educación. Pedirían un curso de tres días, suficiente para iniciar la
reconversión de un grupo muy pequeño de los mejores agricultores locales,
dispuestos a convertir sus fincas en escuelas vitrina de difusión, por ellos
mismos. El curso sería para no más de 10 agricultores con sus esposas e hijos
y unos pocos técnicos. Se haría en la finca de uno de los agricultores
quedando los materiales de canecas y otros insumos usados en los preparados de
la agricultura orgánica. A las otras fincas se darían iguales materiales para
empezar de inmediato la reconversión, con el plan del curso.
Se fijarían dos reuniones con el educador
para 2 y 4 meses adelante, para ver resultados y resolver inquietudes. En los
intervalos el profesor daría apoyo telefónico o por Internet conversando con
los técnicos. Por sabio que sea el educador evitará caer en modelos de
“transferencia de tecnología” o “extensión”, donde el saber fluye en
una sola dirección. Su modelo pedagógico será el “diálogo de saberes”
basado en el respeto por los saberes del agricultor. Después de 4 meses la
mayoría del conocimiento habrá sido aprendido y practicado en las fincas
vitrina y enseñado en forma similar al agricultor visitante. Entonces se tendría
un sistema revolucionario de educación, partiendo de unas pocas fincas. Este
sistema se conoce con el nombre “enseñanza de campesino a campesino”
Se documentaría desde el principio con películas para su difusión
nacional.
Para la reconversión no se debe usar
inmediatamente la tecnología en toda la finca, especialmente la parte de no
usar químicos para controlar plagas. Otras prácticas como los abonos verdes
pueden ser usados con mayor libertad en toda la finca. Se debe escoger un
terreno pequeño del mejor suelo (no el peor) y practicar en él toda la
tecnología con suspensión total de agroquímicos. Cuando el agricultor gane
auto confianza en las técnicas biológicas de control y profundidad en los
conceptos ecológicos, puede expandir todas las técnicas a los demás terrenos
de la finca.
Lo anterior es importante pues hasta que
no se equilibre la finca con biomasa, caldos de microbios y nutritivos, polvos
de piedra, compost biológico, rotaciones de cultivos y diversificación, se
presentarán plagas. Entonces ante una plaga sorpresiva, habrá la tentación de
volver a usar químicos que actúan de inmediato matando y no las opciones biológicas
de control, que aunque mejores, actúan más lentamente. En cambio en el terreno
pequeño se ganará auto confianza en las opciones biológicas.
¿Qué gobierno y cuál ministerio
desarrollará lo anterior con efectividad, sin dañar la idea durante la ejecución?
Los cursos serían cobrados, pero en algunas regiones pueden requerir un
subsidio parcial. Puede requerirse ayuda para proveer insumos de canecas y otros
de las fincas vitrina iniciales, a fin de que inicien de inmediato la reconversión
y difusión. Iniciada la oferta de cursos para la reconversión a escala
nacional, no se justificaría mantener las políticas de protección de las
agriculturas ineficaces con el modelo equivocado, con subsidios a los agroquímicos,
a la maquinaria degradante de los suelos, etc. Agriculturas equivocadas que no
se transforman al modelo correcto justamente por la protección que les permite
seguir subsistiendo en el error, hasta que llegue el día en que degraden
totalmente sus suelos y los recursos naturales. Al contrario, se necesita
legislación que penalice o expropie las tierras, sin compensación, a quienes
siguen construyendo en ellas los desiertos del futuro. Se requiere rediseñar
las instituciones, en especial los gremios productivos, casi todos orientados en
un único producto que condujeron y siguen llevando a una geografía de parches
de monocultivos en fracaso.
Necesidad
de cambiar la educación formal.
De otro lado, se necesita oxigenar la
educación universitaria para que se sepan los motivos del fracaso del actual
paradigma agrícola y los principios y tecnologías que requiere el ecosistema
ecuatorial. Se necesita una reconversión total en materias académicas y métodos
educativos. Es necesario vincular a los profesores y estudiantes con
agricultores líderes de la agro ecología ecuatorial, mediante visitas a sus
fincas, a las fincas vitrina y practicar el diálogo de saberes. Para la
oxigenación de la educación universitaria, se requiere legislación estratégica
y un plan con recursos financieros.
Similarmente, el Ministerio de Educación,
como las Secretarías de Educación de las Gobernaciones y municipios deben
gestar la pertinente revolución en los pénsums y metodologías educativas,
para asegurar que en todas las escuelas y colegios, no solo rurales sino
urbanos, se eduque a los niños en los principios fundamentales de la biología
y la ecología ecuatorial, la agricultura orgánica, la dieta y la salud, el
conocimiento de qué es un ecosistema y la convivencia entre especies, incluida
la humana, que le corresponden a los ecosistemas de Colombia y a sus
oportunidades.
6.3
Fomento a la exportación de alimentos orgánicos y agroindustriales.
En E.U, Europa y los países ricos de
Asia, la gente busca cada vez más alimentos orgánicos. Entre 1990 y el año
2000 el mercado mundial de productos orgánicos creció 20 veces, al pasar de
$200 millones de dólares a la sorprendente cifra de $20.000 millones de dólares.
Para el año 2005 los especialistas estiman que subirá a $100.000 millones de dólares.
El vertiginoso incremento se debe a las recomendaciones médicas que piden
dietas sin residuos tóxicos y elevar el consumo de verduras y frutas, muchas
tropicales. El miedo a los transgénicos y a las vacas locas, viene reforzado la
decisión de la gente de los países ricos de buscar y comprar solo alimentos
biológicos.
Pero estos consumidores no encuentran en sus países la oferta
de alimentos adecuada a sus deseos. Como ejemplo, en Alemania solo un 7% de sus
fincas son orgánicas y en Inglaterra el 1% y no producen verduras y frutas
tropicales. Esto abre una oportunidad enorme a las exportaciones de alimentos
limpios de países con la gama de frutas y hortalizas recomendadas y otros
bienes que podrían transformar en orgánicos, como leche y carne de la Costa
Atlántica, declarada libre de aftosa y sin enfermedad de vacas locas.
Actualmente, las verduras y frutas exportadas desde Centroamérica a Europa dan
entre 50 y 100 veces más utilidad por hectárea que cultivos commodities como
el café y los cereales. Se debe a la caída de costos de la agricultura ecológica
y al cambio hacia renglones de mayor valor. Con estos renglones estratégicos de
exportación, la creación de empleo y la recuperación del campo serían
grandes. La exportación de alimentos orgánicos podría llegar a ser con el
tiempo, uno de los renglones claves del PIB nacional de Colombia.
6.4
Reforma agraria educada, distinta a los fracasos del pasado.
Los proyectos convencionales de
alternativas al pequeño campesino le inducen a que pertenezca a una cadena
productiva, generalmente de una commodity de monocultivo agroquímico. La cadena
atiende el flujo del producto desde la finca hasta el consumidor y propone
acuerdos de cooperación para beneficio común de los eslabones. Le proponen
especializarse en un cultivo único para lograr la eficiencia técnico económica
de los conglomerados industriales de automóviles, computadores, etc, con economías
a escala, reducción de costos, innovación técnica, servicios y negocios
compartidos. Esas ventajas son claras, pero la agricultura es diferente a la
industria y la salud del suelo exige tener diversidad de plantas sobre él.
Entonces el monocultivo fracasa por explosión de plagas y costos agroquímicos,
quebrando el eslabón inicial de la cadena. El monocultivo de commodities fracasó
en las décadas pasadas en las mejores tierras cercanas a las ciudades y a los
mercados. ¿Porqué entonces no va a fracasar en tierras marginales frágiles y
bien alejadas de los mercados?
En los mismos proyectos el agricultor
necesita mínimo una finca de unas 7 hectáreas de cultivo, como unidad agrícola
familiar – UAF (equivalente a ingreso de 3 salarios mínimos legales), una
inversión de unos 13.000 dólares y créditos anuales de unos 7.000 dólares.
El agricultor venderá la cosecha a medianas o grandes empresas de la cadena que
comercializan el producto con valor agregado y en volumen. La empresa, dará al
agricultor químicos, semillas o plántulas, asistencia técnica, equipos, crédito,
descontándolos de la cosecha. Puede que el acuerdo sea racional, pero parece
una relación feudal y no se sabe que tan equitativo resulte. Pese a tanta
tierra, con el monocultivo el agricultor no produce los alimentos para su
familia, dependiendo de productos de deteriorada calidad al venir de regiones
distantes y encarecidos por los intermediarios y el transporte.
Totalmente distinto, en la agricultura
ecológica el agricultor no cae en monocultivos, ni depende de otros. Produce
casi todos sus insumos en la finca con biomasa, compost, estiércol, caldos de
microbios, caldos nutritivos, minerales naturales, polvos de piedras, lombrices,
purines de extractos de plantas, etc, sin comprar casi nada a nadie. Entonces no
necesita créditos, pero tiene una agricultura de bajo costo y buena
productividad. Cultiva casi todos los alimentos de su familia, con carnes de
variados animales, peces, huevos, hortalizas, frutas, tubérculos, etc. A varios
de ellos les puede añadir valor con agroindustrias sencillas y comercializarlos
con organizaciones asociativas de productores vecinos similares a él, en
mercados de bienes orgánicos y sin intervención de intermediarios.
A manera de ejemplo relativo, con la
agricultura ecológica educada, la UAF podría ser 1 hectárea y solo requeriría
una inversión de unos 1.000 dólares (6% del modelo convencional). En los
siguientes años no necesitaría crédito o mínimo, pues no depende de insumos
externos, sino de educación y del saber de tecnologías eficaces, eficientes y
económicas. Especialistas estiman que en la perfección agro ecológica 1 hectárea
debe dar el alimentos para 10 familias. Por tanto en el ejemplo relativo, se
deduce que con 1 hectárea por familia, estaría satisfecha la seguridad
alimentaria en una fracción menor de la finca, quedando cosechas para el
mercado, con la ventaja de que sus reducidos costos productivos defienden al
agricultor de los problemas comerciales que llegaren a presentarse. Incluso si
tuviere excedentes sin mercado, podría alimentar más animales o regresar
biomasa de reducido costo al suelo como alimento. Es cierto que la cifra de 1
hectárea es solo un ejemplo, pues todo depende de la calidad original de la
tierra, del ecosistema y del valor de los cultivos plantados. En climas fríos,
puede necesitarse más tierra y no todo ecosistema ni tierra sirve para inferir
que la cantidad de tierra será 1 hectárea por familia, pues no se puede hacer
milagros inmediatos en tierras gravemente degradadas por los errores del pasado.
En el interior del país y especialmente en la Costa Atlántica
por los motivos explicados (potencial exportador del país), podría asentarse
una Reforma Agraria diferente a la del pasado. Se daría prioridad a tierras con
el adecuado potencial agrícola, aledañas a las ciudades y centros de consumo o
cerca de los puertos oceánicos, con las carreteras, los servicios de energía,
las comunicaciones, etc, cuya infraestructura ya existe. Sustentada en la
educación, la nueva reforma agraria sería la solución para el ordenamiento
territorial de las ciudades al devolver al campo a 5 millones de familias con
hambre en las ciudades y también a las familias que para sobrevivir cultivan
coca y amapola en el sur del país, o las que destruyen selvas y páramos en una
transitoria agricultura que siempre fracasa en tierras frágiles para abrir más
frontera agrícola destruyendo esos ecosistemas vitales.
La reforma necesitaría 5 millones de hectáreas
y 5.000 millones de dólares (7% del PIB), muy poco para la magnitud de la
solución de asentar con vida digna en el campo a 25 millones de personas y
salvar a las ciudades del grave futuro que les aguarda. Incluiría pequeñas
aldeas rurales atractivas con subconjuntos de casas de bajo costo, fabricadas
con la oferta ambiental de maderas, guadua, biomasa, bareque y otros recursos
locales, con áreas comunales para educación, recreación, desarrollo
agroindustrial, almacenamiento. Para financiar la reforma, la génesis del
tejido social educado para el desarrollo del territorio y las fincas vitrina
descritas, serían de extrema importancia, pues inducirían a que cada municipio
geste su propio programa de reforma agraria con recursos locales, incluso
privados, disminuyendo la magnitud de la inversión nacional. No sería
necesaria una única entidad nacional responsable de todo, que la lleve al
fracaso. Cada región impulsada por el positivo impacto de las fincas vitrina y
por el nuevo tejido social con el que se planea eficaz y educadamente el
territorio, haría una reforma agraria descentralizada basada en la nueva
cultura de su Sociedad.
En atención de que 1 hectárea con agro
ecología podría llegar a dar alimentos para 10 familias, un programa mínimo
de emergencia social, dirigido exclusivamente a dar seguridad alimentaria para 1
millón de familias, podría efectuarse mediante el asentamiento y la educación
de las familias en 100.000 hectáreas con una inversión estimada en 300
millones de dólares.
La reforma agraria inculta del pasado
consumió una inversión pública de U$3.000 millones para apenas 100.000
familias (U$30.000 por familia), con evidente fracaso y degradación de los
suelos y recursos naturales en los territorios en donde se instaló.
6.5
Industrias estratégicas de las maderas y las fibras.
Por la abundante fotosíntesis y los demás
fenómenos ecuatoriales, un árbol de 15 años en Colombia tiene una biomasa que
en otras latitudes necesita entre 50 y 90 años. Pero además de la velocidad de
madera producida por año, son especies tropicales finas de mayor valor, para
bienes con alto valor agregado y localización excelente del país para la
exportación. Podemos reforestar con maderas preciosas, sin necesidad de talar
el bosque natural, sino plantando áreas
deforestadas. Con educación agro ecológica y sus poderosas tecnologías,
lograr alta eficacia en la productividad forestal y desarrollar en paralelo
industrias de la madera. Se integrarían bienes intermedios de fibras, para
convertir al país en el principal exportador mundial de bienes finales de
madera y fibras. Las exportaciones serían líneas de productos con alto diseño
artístico e innovación de las formas y diseño técnico (ensambles, etc), para
nichos de mercados de consumidores de altos y medianos ingresos en el planeta.
Las líneas de productos de exportación
serían:
- Formas arquitectónicas: Bienes
terminados para ensamble en el sitio final, destinados a formas arquitectónicas:
casas, edificios de distintas funciones, oficinas, campamentos, hoteles y
recreación, viviendas mueble y extensiones de vivienda en jardines, viviendas
de emergencia social, infraestructura urbana de parques, de puentes peatonales,
de estaciones de transporte como el transmilenio, etc.
- Muebles: para las líneas del hogar,
para oficinas y sus divisiones, para hoteles y jardines y recreación.
- Barcos de madera: para consumidores de
alto poder adquisitivo en el planeta.
- Juguetes, artesanías y decoración.
Se estima que el PIB de tales industrias
en 50 años, sería seis veces mayor que la totalidad de la economía colombiana
en todos sus sectores, empleando a 10 millones de personas. Muchos especialistas
coinciden en señalar que la vocación primordial de Colombia es la industria
forestal. Las maderas y sus bienes son uno de los pocos ramos que muestran
crecientes precios mundiales. Las plantaciones tendrían la ventaja de ser
sumideros de dióxido de carbono de la atmósfera, pudiendo atraer inversión
extranjera, que de paso desarrolle las industrias anteriores de exportación.
6.6 Turismo y Ecoturismo internacional.
En
el año 2000 el turismo internacional del mundo por avión fue 600 millones de
viajeros (10% de la población mundial), gastaron U$490.000 millones. Los
primeros puestos fueron para Francia, España y E.U, cada uno con valores
cercanos a U$50.000 millones. Méjico recibió cerca de U$10.000 millones. Con
Colombia en paz, su variada y exuberante geografía podría darle un puesto
importante en el turismo internacional y en el ecoturismo, uno de los renglones
de mayor crecimiento. Puede pasar algún tiempo para que se materialice esta
visión, pero al igual que en el caso forestal, la geografía del país le da
vocación primordial para el ecoturismo. La cifra de Méjico sugiere el enorme
impulso que el turismo podría dar a la economía colombiana y a la generación
de empleo, con la ventaja adicional de que los turistas conocerían de cerca la
oferta de productos de bienes de las maderas y las fibras, de las frutas exóticas,
de los orgánicos, de las artesanías, de los juguetes, etc.
6.7 Exportación de otros productos tropicales de alto valor.
Se refiere a otras
posibilidades de exportación de bienes elaborados o semielaborados farmacéuticos,
de cosmetología, de perfumes, de colorantes, de principios activos, de aceites
esenciales, de resinas de importancia mundial. De fauna ecológica en criaderos
con sello verde y otras posibilidades, de atractiva rentabilidad, en donde
Colombia podría conseguir claras ventajas competitivas. El desarrollo de la
acuicultura y de la pesca oceánica son renglones con enormes posibilidades.
7. Reordenamiento territorial del país.
El fracaso agrícola en
el norte y en el interior del país, que disminuyó dramáticamente el empleo
campesino al interior de la frontera agrícola tradicional, al igual que las políticas
públicas que expresamente fomentaron la colonización de los ecosistemas frágiles
del sur y los desplazamientos de los campesinos por grupos violentos, condujeron
todos a la llegada masiva de colonos a dichos ecosistemas frágiles en donde la
población era mínima. Ante la realidad de la colonización, la inversión pública
se vio forzada a construir carreteras e infraestructuras muy costosas en esas
regiones, que hubiesen sido innecesarias de haberse seguido una senda educada en
el interior de la frontera agrícola, sin expulsión de su gente. Sin embargo,
se sigue haciendo lo mismo.
Es desconsolador que se sigan canalizando enormes
sumas de dinero a ecosistemas frágiles del sur del país, atrayendo más
población del interior, a esos ecosistemas frágiles, colocando cada vez más
en peligro a la Selva Amazónica. Es infortunado que no se vea el potencial del
norte del país para asentar en él las oportunidades descritas y a millones de
colombianos que progresarían con ellas.
De otro lado, el mismo
fracaso agrícola llenó las ciudades de campesinos sin opción en ellas. Un
experto en ordenamiento señala que Bogotá nunca debió pasar de 2 millones de
habitantes, límite de su ecosistema, pero los planes de agua para la metrópoli
bogotana de 20 millones del futuro, se dirigen a traer ríos de los Llanos
Orientales, afectando al río Orinoco y a Venezuela. Y las otras ciudades y
pueblos no están mejor. Cada vez los acueductos tienen que ir más lejos por
agua y cada vez más sus fuentes están contaminadas. Sin empleos en las
ciudades no se sabe de donde saldrán los recursos para construir la
infraestructura de las futuras metrópolis. Hoy con el desarrollo vertiginoso de
la informática, de las comunicaciones, de los métodos administrativos, de la
globalización y competencia mundial y de recesión económica planetaria, se
deduce que cada vez más la gente perderá el empleo y la comida en las
ciudades. Gran parte de la gente tendrá que regresar al campo para alimentarse
con mano propia. Tenemos un monumental desorden territorial y la necesidad de
anticiparnos al futuro.
Con el desarrollo de las oportunidades rurales
descritas, el país pondría fin al alocado crecimiento de ciudades sin fuentes
de empleo ni garantía futura de agua, ni recursos para infraestructura urbana.
Re localizando 5 millones de familias en el campo, en aldeas rurales atractivas
para el desarrollo de la cultura, la recreación y la educación, en el marco de
la reforma agraria educada que proponemos, se daría vida digna en el campo y
vida satisfactoria a quienes permanezcan en las ciudades. Las otras
oportunidades rurales que describimos (reconversión, orgánicos, industrias
forestales, turismo, etc) al dar empleo en el norte del país, pondrían fin a
la destrucción de los bosques del sur y de los páramos, dando oportunidad de
que esos ecosistemas se recuperen por ellos mismos, una vez finalice la presión
innecesaria en ellos. Se olvida que la gente migra al sitio de la prosperidad.
No se comprende que con un imán educado en el norte del país, se atraerían
grandes masas de población del sur, permitiendo a los ecosistemas prestar los
servios ambientales estratégicos para el país, sin amenaza de extinción.
El desorden territorial del país
es impresionante. Nació de la incultura que además no deja ver que en el marco
de la agricultura natural ninguna planta es maleza y ningún insecto es plaga y
que en forma similar el hombre no debe tener por plaga a ningún hombre, su
hermano en el camino de la evolución. Por tanto, hay que difundir la necesidad
de callar la guerra, para dejar florecer las oportunidades rurales descritas,
nacidas de la afortunada localización ecuatorial del país. Los actores armados
no ven que la pobreza, además de la injusticia social contemporánea, nació
también desde la colonia, de la equivocación garrafal de las instituciones y
de la globalidad de la población rural en haber adoptado el sistema de producción
incorrecto que destruyó y viene destruyendo la geografía colombiana y la
economía del país. No comprenden que un cambio de paradigma y un tejido social
educado, pondrían fin a la pobreza, equivaliendo a quitar la venda de los ojos
a un mendigo que da palos de ciego parado en una mina de oro. No entienden que
si no se duerme la violencia, este escrito y sus oportunidades son nada más que
un sueño. Solo quedaría la esperanza de que con este sueño, al menos algún día
al despertar, recordemos lo que tenemos que hacer en Colombia.
rforero@iica.org.co
- teléfono 2207000 Bogotá.
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